lunes, 2 de enero de 2012

¿Quién mejor que una autoridad en etología, para hablar de lo que ocurre en las corridas de toros?

'El sufrimiento' de los toros en espectáculos taurinos; la perspectiva de un etólogo.

Autor: Jordi Casamitjana. Zoólogo. CAS International.

En este artículo me centraré en el tema del sufrimiento de toros y vacas en espectáculos taurinos del mundo. Este es un artículo de opinión científica, no un artículo científico empírico, pero está basado en mi conocimiento como zoólogo especializado en comportamiento animal (etólogo), así como en el hecho de que he presenciado (y grabado) la mayoría de los tipos de espectáculos taurinos del mundo, los cuales visité en los últimos dos años con la intención de estudiarlos detalladamente.

Trataré de contestar a varias preguntas.

En primer lugar, si los toros y las vacas sufren en corridas de toros y actividades asociadas;

en segundo lugar, si conozco algún estilo de tauromaquia donde los toros no sufran;

y en tercer lugar si podemos decir que algunos actos (o partes) dentro de las actividades de la tauromaquia no producen sufrimiento alguno.

El sufrimiento y el dolor (…) tienen una función fundamental para la supervivencia informando al animal sobre qué es lo que tiene que evitar.

El dolor, en particular, informa a un animal sobre qué estímulos específicos tiene que evitar (por ejemplo, fuego). Para este fin el animal tiene receptores del dolor y una memoria que le permite recordar lo que le causó el dolor.

El sufrimiento tiene la misma función, pero en vez de informar al animal sobre un estímulo a evitar, le informa sobre una situación a evitar. Por lo tanto, para experimentar sufrimiento el animal necesita percibir su ambiente, ser capaz de desarrollar estados de ánimo que coordinen respuestas de comportamiento, y ser capaz de cambiar situaciones adversas o simplemente evitarlas.

Ningún científico dudaría de que todas estas características están presentes en todos los mamíferos, debido a sus cerebros relativamente grandes y su comportamiento complejo.

Al menos tenemos la confirmación de que uno de ellos, la especie humana, puede explicar verbalmente sus propias experiencias y describirlas en efecto como sufrimiento; o, en otras palabras, algo adverso que no quieren experimentar otra vez, y que empeora su estado de ánimo.

El hecho de que podemos preguntar a los humanos sobre sufrimiento y dolor permite que podamos correlacionar tales experiencias con factores que podamos observar en su fisiología y comportamiento. Una vez que establezcamos las correlaciones apropiadas, podemos buscar fácilmente las mismas 'claves' (o ‘indicadores’) en otras especies para identificar 'cuándo' los individuos que las forman sufren. Indicadores neurológicos o endocrinos específicos son comúnmente usados por biólogos y veterinarios, mientras que expresiones faciales, el lenguaje corporal y el comportamiento son usados por etólogos.

Por tanto, uno puede señalar si los toros sufren en las actividades taurinas sólo observando detalladamente su comportamiento durante ellas.

Desde el punto de vista de la definición de tauromaquia, ya podemos concluir que por supuesto los toros tienen que sufrir durante espectáculos taurinos, ya que se definen comúnmente como “cualquier actividad donde el ganado vacuno se estresa, agota, hiere y/o mata para entretenimiento, celebración o deporte”. El estrés, el agotamiento, las heridas y la muerte son todas causas de sufrimiento y todos los mamíferos tratan de evitarlos cuando pueden.

Tipos de actividades taurinas.

¿Hay variación en el tema del dolor y del sufrimiento respecto a los distintos tipos de actividades taurinas?

Tales actividades se pueden dividir en 'corridas de toros' y ‘fiestas' populares.

La primera tiene lugar en plazas de toros donde los toros (o vacas) se encuentran con alguna gente especialmente entrenada para el ‘espectáculo’ (toreros, novilleros, etc.). La segunda tiene lugar en calles públicas o en campo abierto, y los toros o las vacas se encuentran con muchos miembros del público en general que no han sido especialmente entrenados para la ocasión.

Por lo referente a las ‘corridas de toros’, hay cuatro estilos distintivos: el "estilo español", el "estilo portugués" y dos estilos franceses, la “Course Camarguese" y la “Course Landaise". No todos los estilos incluyen la matanza del toro - este sólo ocurre en el español y el portugués, (aunque en Portugal la matanza no se hace en público). El toro no es herido a propósito en todos los estilos, sólo en el estilo español y portugués,

pero en todos los estilos, el toro o vaca es estresado y agotado.

Por lo referente al sufrimiento por estrés, que ya está reconocido universalmente como un problema real de bienestar animal (y humano, por supuesto), se puede ver claramente en el comportamiento de toros y vacas en todas las actividades taurinas, desde fiesta populares que incluyen ‘vaquillas’ o ‘encierros’, a las corridas españolas. Por ejemplo, en todas las corridas de Course Landaise, en el ruedo se ata la vaca por los cuernos (en este estilo se usan vacas en lugar de toros) con una cuerda, se le tira repetidamente y se la provoca para que embista.

Nota: en la PBA nos hemos tomado la libertad de resaltar algunos párrafos, solamente para fines didácticos. El documento tiene una presentación convencional.

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