¿Tauromaquia en San Ramón? ¿Se justifica en el siglo XXI?
No es aceptable que en San Ramón se pretenda copiar una práctica que se trata de abolir en Pamplona, España, por el sufrimiento por estrés, a que es sometido el ganado en las “vaquillas” o “encierros” y en las corridas de toros. El sufrimiento por estrés, está reconocido universalmente como un problema real de bienestar animal (y humano, por supuesto).
Algunas de esas actividades provenientes de esa era de oscurantismo, se aceptan como si fueran manifestaciones culturales. Sin embargo, cuando el pueblo en su mayoría las rechaza, y son grupos aislados o con intereses particulares, los que las defienden, no puede hablarse de manifestación cultural.
El inglès, especialista en comportamiento animal, Dr. Jordi Casamitjana. Zoólogo. CAS International y quien ha honrado a la PBA con sus comentarios nos dice que desde el punto de vista de la definición de tauromaquia, ya podemos concluir que por supuesto los toros tienen que sufrir durante espectáculos taurinos, ya que se definen comúnmente como “cualquier actividad donde el ganado vacuno se estresa, agota, hiere y/o mata para entretenimiento, celebración o deporte”. El estrés, el agotamiento, las heridas y la muerte son todas causas de sufrimiento y todos los mamíferos tratan de evitarlos cuando pueden, por eso las vaquillas corren asustadas hacia el “encierro” Los estudios han demostrado que el irrespeto e irresponsabilidad contra los animales va aparejada con la crueldad y violencia hacia los seres humanos por lo que no debe permitirse que los niños crezcan viendo la violencia y la crueldad con el ganado, como conductas normales y aceptables”. Sobre todo en un momento donde el mundo clama por extinguir juegos y competencias vestigios de un oscurantismo, producto de la ignorancia que tenían las personas respecto a la capacidad de los animales de sentir dolor y sufrimiento.
Esta carta fue enviada bajo la responsabilidad absoluta de la Presidenta de la PBA Olga Marìa Rodrìguez Herrera.
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